Estos son los beneficios de la vitamina C en el cuerpo humano

Fortalece el Sistema Inmunitario

La Vitamina C es esencial para el buen funcionamiento del sistema inmunitario ya que interviene en la síntesis, producción y funcionamiento de algunas proteínas importantes que actúan como anticuerpos. La Vitamina C interviene en la estimulación de la síntesis de inmunoglobulinas, en la estimulación de la síntesis del sistema de complemento y en la estimulación de la síntesis del interferón.

Protección contra el Cáncer

Estudios muestran que altas dosis de vitamina C intravenosa matan selectivamente células cancerígenas, actuando como pro-droga que libera peróxido de hidrógeno en los tejidos. La vitamina C también inhibe la metástasis al fortalecer el tejido conjuntivo con colágeno. Además, dificulta la expansión de células cancerígenas por sí sola. En pacientes con cáncer, altas dosis de vitamina C reducen los efectos secundarios de la quimioterapia y radioterapia, mejorando su estado general y aliviando el dolor. Las remisiones espontáneas podrían deberse a la respuesta biológica inducida por la vitamina C más que a sus efectos citotóxicos. En general, los pacientes tratados viven más tiempo y con mejor calidad de vida.

Protección contra las Alergias

La Vitamina C tiene un efecto antihistamínico y antialérgico, a la vez que trata enfermedades como la sinusitis o el asma. Hay circunstancias en las que en el organismo se desequilibran los niveles de histamina y esta molécula se acumula en los tejidos provocando malestar. Se ha demostrado que el ácido ascórbico interviene en la degradación y eliminación de la Histamina y que se elevan en plasma los niveles de Histamina tan pronto como caen los niveles de Vitamina C en el organismo.

Protección contra el Estrés y la Depresión

Las glándulas adrenales contienen más vitamina C que cualquier otro tejido del cuerpo. Producen adrenalina, liberada en situaciones de estrés repentino, y cortisol, que regula el estrés prolongado. Si el estrés persiste, las reservas de adrenalina y cortisol pueden agotarse, impidiendo prevenir daños físicos. La vitamina C, junto con el ácido pantoténico, protege las glándulas adrenales del agotamiento funcional. Además, la vitamina C ayuda a producir noradrenalina y serotonina, hormonas relacionadas con el bienestar y la energía. La deficiencia de vitamina C puede causar cambios químicos en el cerebro y provocar depresión profunda.

Protección Cardiovascular

La medicina celular ha demostrado que la deficiencia crónica de vitaminas esenciales, especialmente en las células de las paredes de los vasos sanguíneos, es una causa principal de enfermedades cardiovasculares como la arteriosclerosis. La vitamina C, al promover la producción de colágeno y elastina, estabiliza las arterias, impidiendo la formación de depósitos arterioscleróticos. Además, la vitamina C es clave para la síntesis de prostaglandinas, que regulan el sistema cardiovascular y el funcionamiento de las glándulas endocrinas y exocrinas. También ayuda a mitigar los efectos secundarios de los medicamentos en el organismo.

Protección contra sustancias Tóxicas y Cancerígenas

La vitamina C puede oxidar y destruir carcinógenos y metales pesados como plomo, mercurio, cadmio y cromo. Es útil en casos de exposición a nicotina o abuso de medicamentos, ya que elimina sustancias tóxicas del organismo. Previene la formación de nitrosaminas a partir de nitratos, actuando como protector contra tumores en el tracto gastrointestinal. Además, ayuda a degradar aditivos alimentarios, drogas adictivas y toxinas ambientales como el monóxido de carbono y dióxido de azufre.

Protección contra Radicales Libres

Una alta concentración de radicales libres genera estrés oxidativo, dañando el material celular. La vitamina C activa la degradación del colesterol en el hígado y reduce los niveles de colesterol en sangre. Altas dosis de ácido ascórbico disminuyen el colesterol total, LDL y triglicéridos, mientras aumentan el HDL. Para el sistema cardiovascular, esto implica que enfermedades como daño esclerótico a los vasos, angina de pecho y esclerosis cerebral pueden ser prevenidas con vitamina C.

Participación en la Biosíntesis de la Carnitina (exceso de grasas)

La vitamina C es esencial para la síntesis de carnitina, que facilita el transporte de ácidos grasos de cadena larga a la mitocondria para su oxidación y producción de energía. Sin carnitina, las grasas no pueden entrar en la mitocondria ni ser utilizadas como fuente de energía. La carnitina ofrece múltiples beneficios, incluyendo la mejora de la salud cardíaca, reducción del colesterol, aumento de la fuerza muscular, control de peso y mejora del rendimiento deportivo.

Controla el Proceso del Envejecimiento Humano

Como antioxidante, la vitamina C combate los radicales libres y previene el envejecimiento acelerado. Junto con el alfa tocoferol y los bioflavonoides, potencia la acción de la telomerasa, enzima que protege los telómeros, esenciales para la integridad del ADN celular. Los telómeros se acortan con cada división celular y, cuando son demasiado cortos, las células dejan de replicarse, muriendo o volviéndose senescentes, lo que afecta el funcionamiento de los órganos. El acortamiento de telómeros contribuye al envejecimiento, mientras que alargarlos puede retrasar enfermedades y prolongar la vida.

Protección Renal

La vitamina C protege los riñones de daños químicos y es útil en casos de nefritis por sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas. Disuelve cálculos de oxalato de calcio, fosfato de calcio y fosfato amónico magnésico al acidificar ligeramente la orina, previniendo su formación. También reduce la excreción de oxalato y previene la precipitación de calcio oxalato en el riñón. Estudios no encontraron evidencia de que altos niveles de vitamina C aumenten la prevalencia de cálculos renales; de hecho, mayores niveles de vitamina C están asociados con una menor incidencia de estos cálculos. Sin embargo, se recomienda precaución en pacientes con insuficiencia renal.